Apocalipsis 1:16-20
Aunque la la Palabra de Dios es dada al pastor o ángel de la iglesia, es responsabilidad individual de cada creyente decidir a cual de estas dos iglesias va a pertenecer en estos últimos tiempos; a Filadelfia o Laodicea. La iglesia que se va en el arrebatamiento o la que se queda a ser procesada en la gran tribulación.
Vivimos el tiempo profético de apocalipsis. Tiempos de Filadelfia y Laodicea, dos iglesias que comparten la misma dispensación y representan dos tipos de cristianos. El creyente comprometido con Dios y el que que coquetea con el mundo.
Aunque la Palabra de Dios es predicada en todo el mundo por los representantes de estas dos iglesias, ambas tienen un final distinto; una se va en el rapto y la otra se queda.
La biblia dice que estarán dos moliendo, uno será quitado y el otro será dejado. Las dos estarán trabajando juntas y pocos notarán la diferencia. El trigo y la cizaña han de crecer juntos, pero se acerca el día en que serán separados.
Es tiempo de volver a la iglesia primitiva, tiempo de volver al libro de los Hechos cuando la iglesia de Cristo fue bautizada por Espíritu Santo y comisionada a impactar al mundo con el poder del evangelio. Es tiempo de que la iglesia vuelva al primer amor, a ser una iglesia que milita, que se compromete, que hace las primeras obras. Una iglesia de santidad y oración.