Zacarías 4:1-7
La llenura del Espíritu Santo es un requisito imprescindible para los creyentes que buscan
agradar a Dios, gozar de Su favor y poder cumplir eficazmente el propósito al cual
han sido llamados. El poder de Jesús contra las tinieblas se puso en mayor manifestó
luego de ser investido por el Espíritu de Dios mientras era bautizado en el Jordán.
Aunque la sabiduría y la santidad son atributos que debemos ejercitar los hijos de Dios,
es la unción del Espíritu Santo lo que nos da el poder para hace huir las tinieblas, pues
la Palabra declara que "No con ejército, ni con fuerza fuerza, sino por mi Espíritu,
ha dicho Jehová de los ejércitos".