PRG
Genesis 1:1-3
Elohim es uno de los nombres de nuestro Dios; y es irónico que su traducción sea en plural, “Dioses”, confirmando el concepto de un Dios en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En el Génesis Dios se revela como el Padre, el gran Creador de toda existencia, y cuando quiere hacer algo en nuestras vidas, no siempre usa los mismos métodos, quiere hacer cosas nuevas.
El enemigo se escuda tras la religión, las tradiciones y legalismo para hacernos creer si es distinto a lo establecido no viene de Dios, que todo lo novedoso es malo.
No todo lo que el Espíritu Santo te mueve a hacer tendrá un respaldo literal en las escrituras, pero Jeremías 33:3 dice “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
Jesús no fue perseguido por hacer algo malo, sino por hacer las cosas diferente a lo establecido por fariseos, quienes le decían que tenía doctrina de demonios.
Si queremos que Dios se mueva en nuestras vidas y haga algo nuevo debemos sacudir todo legalismo religioso. Eclesiastés 1:9 dice que no hay nada nuevo debajo del sol. Si queremos ver algo nuevo en nuestras vidas debe venir de más arriba del sol, debe venir de parte de Dios.
La llenura del Espíritu Santo te mueve a hacer cosas nuevas, te sacude, te cambia y se ofende si no te mueves en la dirección que te está impulsando. Si no te estás moviendo hacia adelante estás retrocediendo. El enemigo muchas veces logra que pongamos nuestra vista en el pasado para que no avancemos a lo que Dios tiene preparado para nosotros hoy. Todo pecado quedó atrás bajo la sangre del cordero.
Jesús es el verbo hecho carne y la tercera persona de la trinidad, Él es el verbo, es la Palabra de Dios. La Palabra es quien sostiene el universo, tuvo que manifestarse en un cuerpo mortal para poder morir por nosotros, este es Jesús. La Palabra de Dios nos da luz en medio de las tinieblas; y dijo a luz que fuera y fue hecha hasta el día de hoy.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. Filipenses 3:13