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Salmos 23:1-6

El salmo 23 detalla en su contenido el proceso de la vida de todo creyente. Jesús dijo que vida eterna es conocer al Padre y conocer a Su hijo Jesucristo. Vida eterna es recibir esta revelación de Dios para llegar a morar eternamente con Él. El salmo 23 describe esta progresión del creyente en la cual vamos conociendo más íntimamente a nuestro Dios, mientras transitamos cinco lugares donde Dios se nos revela.

Empezamos a caminar con el Señor a partir de una confesión de fe, pues la Palabra dice “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Por eso el salmo 23 empieza declarando que Jehová es tu pastor, pues cuando haces a Dios tu pastor comienzas a caminar con Él.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”

Jehová es mi pastor es algo instantáneo, pero nada me faltará es algo progresivo. Por eso la Palabra dice que el que está en Cristo nueva criatura es las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas.  Entonces cuando ustedes vinieron a Cristo la salvación fue instantánea, tu nombre fue inscrito en el libro de la vida y si mueres ya habrás alcanzado la vida eterna con Cristo Jesús, pero que las cosas viejas se hagan nuevas es un proceso. 

“Jehová es mi pastor”, es instantáneo, pero para poder decir “nada me faltará” debemos descifrar los siguientes 5 versículos: 
“En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará”.

Cuando vienes a Cristo el primer lugar donde Dios te lleva es a un lugar donde pueda sanarte, por eso también dice la Palabra, “venid a mi los que estén trabajados y cargados y yo los haré descansar”.  Lo primero que Dios hace es darte paz, bendición y te sana el corazón, esto es en lo lugares de delicados pastos. Es allí donde el creyente es transformado, donde comprendes finalmente cuanto Dios te ama y asimilas Su gracia abundante al sentirte perdonado.

“Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”.

Luego viene la senda de justicia, y es aquí donde se le da el ministerio a cada creyente. Es aquí donde se le acaba el primer amor a muchos que no quieren salir a cumplir la gran comisión. De nada vale recibir algo tan grande como la salvación, por gracia y no darlo a otros también por gracia. Dios quiere usar tu luz para alumbrar a otros, quiere que seas la luz y la sal de este mundo en decadencia. Cuando nos entregamos por completo a la causa de Cristo, El nos bendice supliendo todo lo que anhelamos según Su propósito perfecto.

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.

En el valle de sombra y de muerte es donde Dios ejercita nuestra fe, es un lugar donde al enemigo se le da cierta libertad de zarandearnos. Jesús no tuvo mayores problemas mientras trabajaba en la carpintería con José.  Fue cuando recibió al Espíritu Santo y comenzó Su ministerio que se le apareció el enemigo en persona a tentarlo.

Cuando empezamos a predicar, a servir a Dios, a rescatar al perdido y caminar en la senda de justicia, el enemigo se molesta y abre fuego en nuestra contra, pero la Palabra declara que ninguna arma forjada contra los hijos de Dios ha de prosperar.

En el valle de sombra y de muerte descubrimos la vara y el callado de Jehová, estos son instrumentos que usan los pastores para defender a sus ovejas. Es aquí donde experimentamos la magnitud del poder de Dios moviéndose a nuestro favor.

Los discípulos no sabían del poder y autoridad de Jesús hasta que le sorprendió  la tormenta en la barca y el maestro calmó la tempestad, fue aquí donde dijeron, ¿y quién es este que hasta el mar y la tempestad le obedece?.

Así seremos sorprendido por el poder de Dios en medio de esas pruebas que estemos atravesando, al ver el milagro que esperamos manifestarse para asombro de todos. El salmista decía no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo.

“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”.

Después que eres probado y permaneces firme mientras atraviesas el valle de sombra y de muerte Dios adereza mesas delante deti, y esto se refiere a provisión sobrenatural. El llama a tus angustiadores para que te vean disfrutar y gozar tu prosperidad. Viene el día de gozo y prosperidad, sigue luchando y resistiendo, siendo fiel hasta ver ese día, pues sembramos con lágrimas pero cosechamos con alegría.

“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.

El salmo 23 termina diciéndonos que en la casa de Jehová moraremos por largos días, pues es este nuestro destino final. La vida cristiana es un proceso que incluye cada uno de estos lugares descritos en el salmo 23, y a veces dura toda la vida. Todo depende de la maleabilidad que tengamos en las manos del alfarero que es Dios.

Unos crecen y maduran en poco tiempo, pero otros pasan años en el mismo lugar. La Biblia dice en el antiguo testamento Dios se reveló al mundo de diferentes formas y con diversos nombres, mismos que están resumidos en el salmo 23.

Jehová Rohi es el pastor, Adonai, es Jehová el Señor, como aparece en salmos 23:1 donde debes aceptarlo como tu pastor. Es también aquí donde se revela como Dios Rapha el sanador, Shalom el Dios de paz.

En el segundo nivel, que es el Dios de justicia se revela como Jehová  Tsidkenu que quiere decir, mi justicia.

En el tercer nivel  que es el valle de sombra y de muerte se revela como Jehová Sama, el Dios presente. Sabaoth, el Dios de los ejércitos, Jehová  El Shaddai, Dios todo poderoso.

En el cuarto nivel que es la mesa, se revela como Jehová Jireh, el Dios que provee, Jehová Nisi, mi bandera.

Y en el quinto lugar que es la casa de Jehová, nuestro destino final, se revela como Jehová Olam, el Dios eterno.

Dios no quiere sacarte de Egipto para dejarte morir en el desierto, su plan está claro, y es que El quiere llevarte desde tus primeros pasosa Su presencia eterna. No tiene nada que ver con los que te rodean, cada persona es responsable de permitir que Dios le lleve hasta este lugar, “Jehová es mi pastor y nada me faltará”.

El quiere cubrir cada necesidad que tengas, El quiere transformar cada aspecto de tu vida, El quiere rehacer tu destino,  y todo lo que tienes que hacer es encaminarte con El en cada paso hasta que se revele a tu vida por completo. 

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