PRG
2 Reyes 7:5-7
Los sirios habían invadido al pueblo de Israel, pero Jehová se levanta en su defensa usando un sonido que confundió y atemorizó al ejercito enemigo otorgando la victoria al pueblo de Dios.
Es interesante que en esta ocasión Dios no permitió que su pueblo enfrentara al enemigo, sino que usó sus propios temores como arma para aniquilarlos, el ejercito enemigo solo escudó un estruendo y lo demás fue producto de su imaginación, porque tenían una percepción cargada de juicio, temor y pecado.
El hombre natural nace en pecado y lo practica mientras crece, por lo que desarrolla una conciencia de condenación y juicio que no le permite percibir con claridad los sucesos que acontecen a su alrededor. Por esta razón a muchos tienen una visión fatalista ante cada reto que se les presenta en la vida y su no manifiestan esperanza en su hablar.
El enemigo usa con regularidad este recurso para atemorizar, confundir y amedrentar a los hijos de Dios, privándolos de disfrutar las bendiciones que el Padre celestial les ha provisto.
No vemos las cosas como son, sino como somos, por tal razón la conciencia y el entendimiento del cristiano tienen que ser purificados. Es lamentable la cantidad de evangélicos que han perdido la paz, viven ansiosos y atemorizados, que necesitan pastillas para dormir porque el enemigo les ha atacado en este punto débil, no han cambiado su conciencia de pecado y viven en condenación.
Tito 1:15 15 nos dice “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”. Por tal razón muchos pueden hacerse llamar cristianos pero no pueden practicar la fe.
Dios tiene un plan para tu vida desde el vientre de tu madre, el enemigo lo sabía y para detenerlo provocó un sinnúmero de circunstancias, situaciones o personas que le hicieran daño a tu conciencia, y que le hicieran creer a lo más intimo de tu ser que no hay soluciones, que estás destinado a vivir una vida en pobreza, dolor, angustia o en temor. Se que cada vez que intentas a avanzar él te recuerda esas experiencias pasadas, pero hoy vengo a decirte que la única salida que tienes es comenzar a limpiar tu conciencia con el agua pura de la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es el único recurso capaz de restaurar una conciencia de condenación y pecado, porque las sagradas escrituras tienen el poder de atravesar el consciente y el subconsciente hasta transformar el entendimiento, discerniendo las intenciones del corazón y sanando toda herida del pasado.
No desistas en tu devoción, persiste en servir a Dios, en buscarle y conocerle más mediante el estudio de su Santo Libro. Quizás no lo veas pero tu crecimiento espiritual va en aumento y tu conciencia se va transformando.
Viene el día en que verás a Dios obrando en tu vida a pesar de cualquier dificultad y tu hablar será de esperanza, afirmación y fe, mientras caminas confiado y victorioso por encima de cualquier adversidad.
Cada vez que escuchamos o escudriñamos las sagradas escrituras, recibimos revelación del Espíritu de Dios y vamos siendo transformados. Nuestras tinieblas comienzan a convertirse en luz, nuestras angustias se van cambiando por paz que sobrepasa todo entendimiento y nuestros temores comienzan a tornarse en fe.