PRG
2 Reyes 3:16
Hay veces donde Dios contestará nuestra oración, pero nos ocultará el proceso o las situaciones que tendremos que vivir mientras acontece el milagro. Nuestro trabajo será orar y esperar pacientemente, ejercitando la fe y la devoción, porque Jehová trabaja en lo secreto.
No podemos enfocarnos en el proceso, sino en la expectativa de lo que Dios ha prometido y va
a hacer, ya que Sus promesas son inquebrantables. El proceso nos adiestra para que podamos retener la bendición que el Padre celestial está preparando.
Jesús nos revela este principio en Marcos 4:26-27 “Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
Dios no necesita nuestra ayuda, ni nuestra opinión para obrar. No podemos cuestionar a un Dios soberano, pero si podemos confiar en lo que va a hacer. Podemos esperar con la seguridad de que Él es bueno y Sus planes siempre serán más altos que los nuestros. A Su manera siempre será mejor.