PRG
Jueces 9:8-15
No eres un accidente, Dios te diseñó con con una asignación o propósito especial para llevar a cabo en un lugar establecido, la efectividad de tus talentos y habilidades están directamente conectados con tu permanencia en el lugar de esta asignación. Jueces 9:8-15 nos revela la gran diferencia entre los árboles que rechazaron la oferta al espíritu de desplazamiento y la zarza, quien obviamente no conocía su propósito, por lo cual se dejó engañar.
Según nuestra escritura central, en el lugar de tu asignación tienes provisión para tu crecimiento, porque Dios quiere que crezcas. Tienes talentos y dones, pues describe que el olivo daba aceite,la higuera daba dulzura y la vid mosto. En el lugar de nuestra asignación seremos más productivos y estaremos seguros.
Estamos cargados de talentos que nadie más tiene, por esa razón hay poca sabiduría en compararnos con los demás. Si Dios nos diseñó con un objetivo en mente, la mayor bendición es que podamos alcanzar es estar en el lugar de esa asignación, a eso llamamos el lugar de la perfecta voluntad del Padre celestial.
La estrategia que usa el enemigo para hacernos mover de este lugar es hacerte sentir, desvalorado, sin propósito y sin objetivo. Una vez albergas estas emociones en tu corazón te harás vulnerable a sus embates y perderás tu efectividad en el reino.
Tu tienes un propósito departe de Dios, no te impacientes ni te sientas olvidado por Dios.
No permitas que el enemigo te desvalore, No permitas que el enemigo te diga que no tienes los talentos, las habilidades o los recursos necesarios, porque el que te envía te provee.
Ten paciencia, los frutos tardan, pero cuando permaneces en el lugar correcto, los frutos vendrán.
Dios tiene preparada una unción de mosto de gloria, de bendición. Dios tiene todo preparado y en orden. A su tiempo se verá el fruto.
Se paciente, permanece en su voluntad, permanece en su asignación, en el lugar donde él te ha plantado, porque tan cierto como que el día es día y la noche es noche, comenzarás a dar evidencias de que Dios está contigo.