Lucas 21:25-36

Los devastadores acontecimientos de los últimos tiempos son una clara señal de lo que Jesús advirtió en Lucas 21 cuando hablaba de los tiempos finales.

Lo que acabamos de ver con el catastrófico huracán Irma, el más reciente de los eventos que han precedido al eclipse lunar de agosto 21, advierten el cumplimiento profético de lo que el maestro anunciaba, pues en el versículo 25 dice que habrían señales en el sol, la luna y el mar.

Esto no quiere decir que Cristo viene la próxima semana, sino que Dios ha comenzado a hacerle entender al mundo que la inminente venida del hijo del hombre está cerca y que deben arrepentirse.

Los eclipses siempre han sido señal de que Dios está haciendo algo, pues en el versículo 26 de nuestro texto dice “desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”.

Es tiempo de prepararnos y estrechar nuestra relación con el Creador, pues del mismo modo en que se intensifican el mar y los vientos en lo natural viene un poderoso mover en el mundo espiritual, los poderes serán sacudidosy habrán hombres atemorizados, otros distraídos en los afanes de la vida, pero también permanecerán hombres erguidos porque saben que nuestra redención está cerca.

En medio de un mundo atemorizado y distraído debemos procurar pertenecer al grupo de aquellos que andan expectantes, cumpliendo el propósito que Dios le ha encomendado con diligencia, porque saben que el Rey de reyes y Señor de señores se acerca. Estos andan con la cabeza en alto y el pecho erguido proclamando arrepentíos y convertíos porque Cristo ya viene!

1 Comment