PRG
1 Reyes 17:1-9
Muchas veces Dios permitirá hostilidad a tu alrededor para levantarte; no debemos temer cuando esto ocurra, pues el Dios al que le sirves está preparando el terreno para bendecirte en medio de cualquier escasez ante el mundo que te rodea. Dios quiere demostrar que puede suplir donde no hay para exhibir Su poder, como hizo con el pueblo de Israel proveyéndolos en el desierto. Nuestro Dios tiende mesas en el desierto, delante de nuestros angustiadores.
No temas en la tempestad, porque cuando todo a tu alrededor se pone hostil, cuando todo parece derrumbarse es cuando Dios se glorifica. Él no está vinculado a lo que pasa en la tierra, sino a lo que pasa en el cielo. Dios quiere mostrar al mundo Su poder a través de tu vida. Ninguna de las plagas que llegaron a Egipto afectaron a los Israelitas; donde quiera que había uno de ellos había bendición, pues Dios quería que se viera una clara diferencia entre quien le servía y quien no le servía al Todopoderoso.
Aunque vengan los problemas más grandes a esta nación, aunque se vaya a la bancarrota Dios se va a glorificarse en tu vida. Cuando venga la crisis es tiempo de mantener tus ojos en Jesús, incrementar tu devoción y tu fe, aprendiendo a ser flexible a lo que Dios manda, pues para ver lo sobrenatural de Dios tendremos que actuar en lo que quizás no hemos actuado antes.
Elías tuvo que obedecer a Dios para entrar en una cueva junto al arroyo que nos se secó a pesar de la sequía y dejarse alimentar por cuervos.
Mientras todo alrededor de Elías se derrumbó, él fue bendecido y prosperado, porque no es la prosperidad de otros la que determina tu bendición, sino tu fe.